De la misma forma que brindo información para ayudar a quienes quieren venir a trabajar a Andorra por primera vez y/o establecerse, es fundamental informarse y conocer la situación del país antes de ir.
Es por eso que trataré de explicar lo que se vivió antes y durante la temporada de invierno 2022/2023, desencadenando en una problemática muy grande que llevó al país a encontrarse en una situación nunca antes vista.
En octubre de 2022 ya había llegado muchísima gente al país, algunos con alojamiento y sin trabajo, y otros con empleo pero sin alojamiento. Por lo general, para acceder al alquiler de una vivienda se necesita un contrato de trabajo, como seguridad para demostrar que vas a poder afrontar el pago. De la misma forma que, dependiendo de la empresa para la que vayas a trabajar, te pedirán que cuentes con alojamiento, pues no todos pueden proporcionar vivienda a sus empleados. Es el pez que se muerde la cola.
Como he explicado en otros posts, la empresa que te contrate será la que se encargue de realizar tu permiso de trabajo y es importante que sepas que cada empresa cuenta con cupos limitados para cubrir vacantes. ¿Qué significa? Que cada empresa del país cuenta con un número limitado de cupos o plazas para contratar a personal nuevo. En el momento en el que una empresa contrata a una persona, ocupa esa plaza para ese sector en concreto. Si la persona contratada decide irse, por la razón que sea, la empresa pierde automáticamente esa plaza y no podrá volver a disponer de ese cupo. En este caso, la única forma de que las empresas puedan volver a contratar a alguien, es empleando a una persona que ya cuente con permiso de trabajo para el sector en cuestión.
En el momento de tramitar tu permiso de trabajo, vas a presentar cierta documentación. En este caso, la carta de recomendación sirve para demostrar la experiencia que tienes para el puesto que vas a desempeñar. Debes tener en cuenta que en tu permiso de trabajo aparecerá el sector para el que se te ha hecho ese permiso. El cual no te servirá para otro trabajo, fuera de ese sector.
Muchas de las personas que llegaron el año pasado no tenían ni idea del funcionamiento de los cupos en las empresas, por lo que muchos se preocuparon únicamente en conseguir el permiso de trabajo, renunciando después a la empresa que se lo hizo; en ocasiones con la idea de encontrar algo mejor. Los que no tenían trabajo pero sí contaban con alojamiento se encontraron con esta situación en la que no conseguían empleo, pues las empresas pedían a personas con permiso de trabajo, ya que habían agotado todos sus cupos.
Esta situación dejó aún más visible otra problemática más grande: la falta de acceso a la vivienda. En Andorra siempre ha habido un problema con la vivienda, tanto para temporeros como para locales. Pero a diferencia de otros países, muchas empresas facilitan alojamiento a sus empleados, en la medida de lo posible. En este caso, las empresas que no contaban con alojamiento para sus empleados recurrieron a departamentos turísticos para poder alojarlos.
En cuanto a los que contaban con alojamiento, empezaron a alquilar sillones, sofás y colchones en el suelo a precios desorbitados. Algunos por días, semanas o meses, en función de la necesidad. En otros casos, los que alquilaron pisos turísticos o AirBnB, comenzaron a sub alquilar, llegando a convivir mucha gente en un mismo departamento, con el fin de recuperar la inversión y si se podía, sacar un beneficio.
Lo cierto es que, lo que no sabe mucha gente, es que para entrar a vivir a un piso por inmobiliaria, te piden el pago por adelantado de la fianza, que corresponde a la cantidad de un mes de alquiler, más el primer, y a veces también el segundo mes. Lo que supone un gasto inicial muy alto para entrar a vivir. ¿Dónde quedan los dueños particulares? Bueno, como suele pasar en muchos lugares de temporada y donde el turismo tiene una gran importancia para la economía del país, con los años los particulares prefieren no alquilar sus departamentos a temporeros y convertirlos en alquileres turísticos, con los que sacan más dinero y se aseguran de encontrar el piso tal y como lo dejaron.
Por lo que, antes de que empezara la temporada de invierno, la situación en Andorra era insostenible. Los medios de transporte estaban explotados de gente, llegando a tardar en ocasiones más de una hora y media para lograr bajar hasta el centro del país. En todas las ofertas de trabajo pedían a personas con permiso de trabajo, en algunas otras exigían que tuvieran alojamiento, pero la situación para conseguir departamento era ya muy complicada.
Nunca antes en años anteriores había sucedido algo así en el país. Y esto no solo lo vivieron las personas que decidieron venir a probar suerte. Muchas de las personas que llevaban varias temporadas trabajando en el país, se encontraron con esta situación.
Lo cierto es que Andorra ha cambiado mucho en los últimos años, y no es más que el principio. Es necesario encontrar una solución, tanto para la gente del país, como para quienes vienen a hacer temporada, que son al final quienes brindan un servicio a los turistas.